El nuevo centro de I+D+i de la Sostenibilidad Local de la provincia de Badajoz, PROMEDIO, será el primer edificio público autosuficiente de la región.

Si bien el edificio supone una inversión de 2,8 millones de euros y lo construirá la empresa extremeña Kantrila, el proyecto completo tiene un coste de 6 millones de euros, que son financiados el 30 por ciento por la Diputación de Badajoz y el 70 por ciento por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

La construcción se levantará sobre dos parcelas de 2.166 y 273 metros cuadrados en los que se distribuirán diez áreas funcionales. En la primera planta se situarán el área de atención al ciudadano, un laboratorio de análisis y calidad ambiental, un salón de actos, una sala de exposiciones y las zonas de dirección y administración de Promedio. En la segunda y tercera, los centros de telecontrol desde donde se gestionarán las estaciones de tratamiento de agua potable y residual de la provincia, además de los diversos puntos de acopio de residuos.

En la otra parcela, separada del edificio principal por una calle, se emplazará un pequeño punto limpio para promover el reciclaje o el correcto tratamiento de los materiales de desecho que genere el propio centro.

El edificio estará además rodeado por zonas verdes y dispondrá de un jardín con muestras de diferentes árboles y plantas autóctonas del paisaje extremeño, cuya poda podrá ser utilizada como biomasa para el funcionamiento de las calderas. Se han tenido en cuenta las condiciones de orientación de sombra y de exposición solar para distribuir los diferentes ecosistemas, de manera que se podrán identificar espacios de ribera; llanura; huertos; dehesa; y otras especies urbanas.

En este sentido, los arquitectos del proyecto, Daniel Jiménez y Jaime Olivera, han destacado del edificio su carácter “sostenible” ya que funciona como una “máquina autosuficiente”. Tanto los sistemas de refrigeración como el suministro de agua y energía están pensados para generar el máximo confort con el mínimo coste, gracias por ejemplo al aprovechamiento del agua de lluvia para riego o la instalación de una cubierta-celosía que potenciará la iluminación natural de las dependencias.

No dispondrá de aire acondicionado al uso, sino que a través de un sistema de desplazamiento continuo de aire se conseguirá una temperatura de confort, apoyada por un suelo radiante, frío para el verano y caliente para el invierno, que se nutrirá de placas solares. “Sin elementos mecánicos ni electrónicos, sino a través de la arquitectura, el edificio utilizará el aire exterior con sus condiciones de humedad y temperatura y las aprovechará a su favor”, destacan desde el estudio de arquitectura pacense.